El proyecto en el barrio barcelonés de Sants, en pleno casco urbano de la ciudad condal, consta de un edificio plurifamiliar de cuatro plantas dotado de estructura de madera catalogada como histórica.
Se trata de una actuación que ha comportado desde un buen principio la preservación de la fachada existente y, por tanto, se ha procurado entroncar la tradición arquitectónica de la ciudad con la innovación que representa la edificación en altura con madera. Asimismo, el proceso ha implementado medidas de consumo de energía casi nulo en calefacción y refrigeración y se ha logrado una gran rapidez de ejecución – unos seis meses - gracias al sistema constructivo utilizado.